-Gracias, hijo mío, por iluminarme con la paz de tu sonrisa, por detenerme en mi alocada carrera, por enseñarme a disfrutar la vida
-Hija, me llenaste el corazón de sueños y promesas que me hice al verte, al ver tus ojitos tan brillantes y tus manitas tan frágiles, apenas si podía creer que eras mía y solamente mía. Creceremos juntas, iré contigo de la mano.
– Hijo mío, espero que Dios te llene de sabiduría para conducirte en el camino que Él ha trazado para ti.
-.Hijo, a lo largo de mi vida he experimentando muchos momentos de alegría, pero ninguno como verte crecer día a día. La felicidad de estar a tu lado es inigualable.
-. Hijo, eres mi presente, serás mi futuro y lo mejor que me ha pasado.
-Hijo, es una verdadera bendición de Dios el que pueda contar contigo en mi vida.